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BOLETÍN DIGITAL DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE ASOCIACIONES DE FABRICANTES DE MAQUINARIA PARA HOSTELERÍA, COLECTIVIDADES E INDUSTRIAS AFINES

ACTUALIDAD FELAC

¿Podrá una cacerola conectarse a internet?

Por Felac Innova 19 Julio 2018

La tecnología del internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés) va a estar cada vez más presente con todo tipo de usos alentada por una progresiva reducción de costes.

El internet de las cosas, una tecnología que está cambiando el mundo
Foto: Fotolia

Para los expertos, estamos llegando a un punto en el que el internet de las cosas empieza a ser una realidad. A la par, opinan que esta tecnología va a tener un impacto importante en la economía, desplegándose en cualquier sector de actividad y entorno.

Pero, ¿qué es el internet de las cosas? Josep Paradells, director de la Fundación i2CAT y catedrático de la Universidad Politécnica de Cataluña, declaró en la Asamblea General de la Asociación de Fabricantes Españoles Exportadores de Equipamientos para Hostelería y Colectividades (Afehc), celebrada el pasado 6 de junio en Barcelona, que hace tiempo hablábamos de internet y hoy hablamos de internet de las cosas. “Se trata de un concepto latente que se ha estado esperando hasta que la tecnología lo ha facilitado, el cual consiste en la interconexión digital de objetos con internet para recoger información, permitiendo al usuario su manejo remoto desde cualquier parte del mundo”, subrayó.

Hace poco más de una década, cuando se produce el salto de internet al teléfono móvil inteligente (smartphone) empiezan a verse las primeras aplicaciones del IoT conectando dispositivos (cosas), que utilizan el smartphone como puente para obtener información y depositarla en la nube (cloud).

La inminente expansión del internet de las cosas
El 2013 es un año clave para el avance del internet de las cosas: aparecen unas tecnologías que, a un coste asequible, hacen posible conectar cualquier objeto. David de Celis, responsable de desarrollo de negocio de la empresa especializada en soluciones IoT Accent Systems, mencionó tres factores que convergen en la disminución de ese coste: “Por una parte, el bajo consumo de energía con el que trabajan esas tecnologías a diferencia de las anteriores y, por otra, tanto el descenso paulatino del precio del hardware como el de la suscripción a las operadoras de telefonía”.

La consultora Gartner prevé que en dos años habrá alrededor de 20.400 millones de dispositivos conectados

Según Josep Paradells, nos encontramos ante el internet de las cosas “o el internet de todo” porque la idea es que cualquier cosa se pueda conectar, si bien precisó “cualquier cosa que valga la pena conectar dependiendo del coste que ello represente”.

En los próximos años va a producirse un crecimiento exponencial de los dispositivos conectados a internet. “Esto es porque vamos a verle la utilidad, a la vez que vamos a contar con un contexto de coste que lo propiciará, haciendo que el precio para colocar un dispositivo IoT en una cacerola sea asumible”, sostuvo el director de la Fundación i2CAT, centro tecnológico y de investigación que impulsa actividades de I+D+i en el ámbito de las tecnologías digitales avanzadas.

Según la consultora Gartner, de los 8.400 millones de dispositivos conectados que deben existir actualmente, pasaremos a los 20.400 millones en el 2020.

David de Celis durante su intervención en la Asamblea General de Afehc
David de Celis durante su intervención en la Asamblea General de Afehc
David de Celis durante su intervención en la Asamblea General de Afehc
Josep Paradells, ponente en el encuentro anual de la asociación Afehc con sus miembros
Josep Paradells, ponente en el encuentro anual de la asociación Afehc con sus miembros

Hoy encontramos casos de uso del IoT en ámbitos como el consumo, industria, infraestructuras, transporte o medicina. Soluciones que facilitan la gestión del ganado, maletas que son geolocalizadas en caso de pérdida o camas en hospitales con colchones conectados que informan sobre patrones de sueño son solo tres ejemplos de una extensa lista que crece día a día.

En el sector de equipamiento para hostelería han tomado la iniciativa las máquinas de café, que son capaces de controlar el consumo de café o avisar cuándo es conveniente efectuar operaciones de limpieza y mantenimiento preventivo. Les han seguido, de momento, los hornos, que ya cuentan con recetarios interactivos y facilitan a las cadenas de restauración la estandarización de la producción.

¿Qué beneficios tiene el IoT?
En palabras de Josep Paradells, “estamos ante de una oportunidad, ya que esta conectividad nos puede abrir la puerta a crear nuevos productos y servicios”.

Mejorar un producto existente a base de añadirle funcionalidades sería otro caso de uso. “Cuando damos conectividad a un objeto, lo estamos dotando de un valor añadido”, afirmó David de Celis, quien puso el ejemplo de un supermercado donde todas las neveras disponen de un sensor de temperatura y envían alarmas cada vez que la temperatura esté fuera de rango, algo que ayuda a evitar el desperdicio de comida.

Asistentes a la Asamblea General de la asociación Afehc

De Celis explicó que al incorporar sensores a un producto ya existente, este se convierte en un “objeto inteligente”. Según él, hay tres razones principales para que una empresa invierta en IoT: reducir costes, ofrecer mejores productos o servicios y diferenciarse de la competencia. “Una vez se ha tomado la decisión de apostar por esta tecnología, lo más importante es saber qué información relevante queremos recoger para poder extraer conclusiones que nos ayuden a tomar mejores decisiones y optimizar procesos”, aconsejó.

Una tercera aplicación que puede proveer el IoT es hacer que las “cosas” se puedan vender, no como tales sino como servicio. “No vendo un producto físico sino el derecho a usarlo, y pago por las veces que lo utilizo. Esto puedo hacerlo porque tengo un control exacto de cuándo y cómo se usa ese producto”, indicó Josep Paradells.

Para manejar todos esos volúmenes de información ingentes que tendremos, será imprescindible disponer de mecanismos automáticos que nos permitan sacar conclusiones sofisticadas, por lo que habrá que incorporar procesos de inteligencia artificial. “Sin olvidar la seguridad y la privacidad de los datos, dos cuestiones que tendremos que garantizar”, advirtió Paradells.

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