¿Hay oportunidades de negocio en Chile y Perú?

El pasado mes de julio, la Asociación de Fabricantes Españoles Exportadores de Equipamientos para Hostelería y Colectividades (Afehc) organizó una misión comercial a Chile y Perú con la colaboración de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Santiago de Chile, y de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Lima.

Enmarcada dentro del Plan Sectorial de Internacionalización de Equipamiento para Hostelería 2019 –diseñado por la asociación Afehc en colaboración con ICEX España Exportación e Inversiones–, en ella participaron delegados de las firmas españolas Braher, Coreco, Infrico y Nikrom, quienes pudieron tomar el pulso a estos mercados.

Chile, el mercado más liberalizado de América Latina
A pesar de ser un mercado relativamente pequeño, Chile es considerado el país con la economía más libre de Iberoamérica. Actualmente, Chile tiene suscritos 27 acuerdos comerciales con 64 mercados, que representan el 63% de la población mundial y el 86,3% del PIB global.

“Esta característica convierte al país en la economía con la red de tratados de libre comercio que mayor porcentaje del PIB mundial posee, superando a la Unión Europea y a Estados Unidos, que cuentan con acuerdos que implican menos del 20% y del 10% del PIB mundial, respectivamente”, asegura Íñigo Febrel, consejero económico y comercial de la Embajada de España en Chile.

Gracias al Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Chile, en vigor desde el 2003, el arancel de importación a Chile para la maquinaria de hostelería es del 0%. No obstante, las operaciones de importación están sujetas a un régimen de IVA del 19%, que debe ser soportado por el responsable de la introducción del producto en el país.

Según Pedro Carvajal, area manager para Latinoamérica de la firma de refrigeración comercial Infrico, la economía chilena ha experimentado durante los últimos años un crecimiento sostenido, siendo el sector Horeca uno de los protagonistas debido al incremento de las aperturas de establecimientos hoteleros y de restauración, con lo que se advierte un aumento del poder adquisitivo de la población y una apuesta por fomentar el turismo. “Estas buenas perspectivas de crecimiento, sumadas a que la barrera arancelaria con España es del 0%, hacen de Chile una gran oportunidad de negocio”, afirma.

En cuanto a las barreras no arancelarias para la maquinaria de hostelería, en el caso de tratarse de aparatos eléctricos, pueden requerirse certificados específicos o el cumplimiento de algunas normas establecidas por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC). Si hablamos de refrigeración comercial, los equipos deben contar con certificaciones de seguridad eléctrica y eficiencia energética, ambas inspiradas en la normativa europea.

En Chile, el equipamiento para hostelería español tiene que competir con el procedente de Estados Unidos, de países europeos como Alemania e Italia, y de China. “En ocasiones, el cliente chileno le va a dar más importancia al precio que a la calidad de la maquinaria, por lo que en ese caso la competencia más importante es la proveniente de China, con el que además Chile tiene un tratado de libre comercio y es en la actualidad su principal socio comercial”, comenta Íñigo Febrel.

Para Asier Oca, miembro del departamento comercial de Braher, fabricante de cortadoras de fiambre y picadoras de carne de uso profesional, tanto Chile como Perú son mercados muy competitivos donde pueden encontrarse un gran número de marcas, y de difícil penetración porque suele imponerse el precio a la calidad. “Son también unos mercados que tienen buena proyección futura, ya que en unos años habrá una renovación de la maquinaria de este sector”, vaticina.

Lima, la ciudad latinoamericana con más proyectos hoteleros
En los últimos tiempos, la gastronomía peruana ha vivido un auge que ha trascendido las propias fronteras del país. En la prestigiosa lista The World’s 50 Best Restaurants de este año, Lima cuenta con dos restaurantes entre los 10 mejores del mundo.

En Perú, y especialmente en Lima, son frecuentes los emprendimientos en el campo de la hostelería. “Son muchas las franquicias y cadenas de restaurantes y hoteles que han llevado a cabo fuertes inversiones para su expansión, incluso a nivel internacional”, manifiesta Manuel Caamaño, analista de mercado de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Perú.

También son numerosos los proyectos hoteleros. Según un informe de la consultora Lodging Econometrics publicado recientemente, Lima es la ciudad de Latinoamérica con el mayor número de proyectos hoteleros, un total de 31, los cuales sumarán 4.782 habitaciones a la planta hotelera de la capital de Perú.

El comercio entre España y Perú está regulado, desde el 2013, por el Tratado de Libre Comercio entre Perú y la Unión Europea. “Esto hace que las barreras técnicas y comerciales sean más que asumibles, y que el comercio entre España y Perú esté, en general, muy liberalizado”, destaca Caamaño.

Normalmente suele ser un distribuidor con exclusividad a nivel nacional el encargado de vender equipamiento para hostelería y proveer el servicio técnico. A pesar de que se trata de un sector en expansión, todavía está muy concentrado, por lo que el espectro de posibles distribuidores es limitado.

Según Manuel Caamaño, “el producto español goza, en general, de una muy buena imagen en Perú, aunque para la mayor parte de las empresas peruanas el precio sigue siendo el principal factor de decisión a la hora de decidirse por un proveedor u otro”.

Maria Cristina Yépez, area manager para Centroamérica y Sudamérica del fabricante español de refrigeración comercial Coreco, refrenda esa idea. “El producto español tiene una buena reputación en Perú, pero dentro de Latinoamérica la entrada al mercado peruano es complicada porque el comprador prima el precio sobre la calidad”. “Además, existe una industria nacional de refrigeración comercial que dificulta el acceso de los proveedores extranjeros”, añade.

A la hora de establecer relaciones comerciales con empresas de Perú, la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Lima advierte que los negocios suelen tardar en concretarse hasta que no se crea una cierta relación de confianza entre el cliente y el proveedor. Una vez alcanzado el acuerdo, recomienda a las empresas españolas que hagan un seguimiento muy cercano, y que cualquier contrato firmado con un cliente en Perú quede sujeto a una cláusula de resolución arbitral dadas las complicaciones de la vía judicial en el país andino.