El invento español que está revolucionando la fritura tradicional

La irrupción de la empresa QualityFry en el 2013 ha marcado un antes y un después en la fritura dentro del sector Horeca. Su fundador, el ingeniero Javier Fernández Páez, es el responsable de inventar la primera freidora del mundo que no emite ni humos ni olores.

Basada en la tecnología ecofry, 100% española, esta máquina consiste en un mueble de acero inoxidable que aloja, en su interior, una cuba cerrada vertical, diferenciándose así de las freidoras a las que estábamos acostumbrados a ver hasta ese momento, de cuba horizontal y abierta, pero que utiliza igualmente el sistema de fritura convencional por inmersión en aceite.

En palabras de Carlos Garrido, CEO de QualityFry, “nuestra ambición es cambiar la manera de freír en el mundo y, aunque suene a quimérico, creemos que nuestra tecnología podría llegar a ser en el futuro el sistema ordinario de fritura”.

La empresa, nacida como una start-up que despegó con los recursos aportados por dos socios inversores, recibió una inyección de capital en el 2015 por parte de Caixa Capital Risc –gestora de capital riesgo de Criteria Caixa– y del family office español Kereon Partners.

Prevé facturar este año un 75% más
En sus cinco años de andadura, la compañía, que emplea a una treintena de trabajadores y factura tres millones de euros, ha crecido a un ritmo de dos dígitos desde su primer año de existencia. En el 2018, su cifra de negocios aumentó un 75% comparado con el ejercicio anterior, un porcentaje que espera repetir este año.

Sus ventas se reparten a partes iguales entre el mercado nacional y el exterior, y sus freidoras están presentes en 20 países, desde los vecinos Francia, Italia y Alemania, hasta los lejanos Emiratos Árabes Unidos, Malasia y Australia. “Nuestra idea es profundizar en el ámbito internacional, poniendo primero el objetivo en Francia, Italia, Alemania y el Reino Unido, para luego abordar el mercado americano y el asiático, con el foco en China, Corea y Japón”, indica Carlos Garrido.

Precisamente son los mercados exteriores los que están demandando al fabricante pedidos de mayor volumen y, en definitiva, una capacidad de producción más alta. En respuesta a ello, la empresa, cuya sede corporativa se encuentra en Madrid, ha ampliado su centro de producción propio que tiene en Bembibre (León), al que ha dotado de tecnología vanguardista y ha reforzado con más personal.

De las croquetas españolas a las samosas indias
Tras el periplo internacional de QualityFry para dar a conocer la freidora automática, en la compañía se han dado cuenta de que la fritura es el método de cocción más extendido en el mundo, y que lo único que cambia son los alimentos que se fríen, que varían en función de la cultura gastronómica de cada país. Ejemplos comparables a las populares croquetas en España son los huevos a la escocesa en el Reino Unido, los nuggets de pollo en los Estados Unidos, las samosas en la India o los tequeños en Latinoamérica.

Pero la máquina permite freír no solo productos salados –verduras, carnes, pescados y otros productos del mar–, sino también dulces como churros, buñuelos o torrijas. Y, todo ello, tanto fresco como congelado, y en unos pocos minutos: unos espárragos verdes en un minuto y cuarenta segundos, y en cinco segundos más, una tempura de verduras.

Su diseño reduce las pérdidas de calor, mantiene el aceite a una temperatura óptima y acelera el tiempo de fritura. “De esta manera, al freír en menos tiempo y evitando pérdidas de temperatura del aceite, el gasto eléctrico disminuye en un 24% con respecto a una freidora tradicional”, asegura Carlos Garrido.

Ahorro del consumo de aceite en un 37%
Asimismo, esta freidora automática posibilita la fritura simultánea de dos productos a la vez en el mismo aceite, y sin mezclar sabores. Su avanzado sistema de filtros extrae las partículas activas y el agua del aceite, manteniéndolo libre de restos de alimentos y alargando su vida útil. El resultado: una fritura saludable de texturas doradas y crujientes.

Al sistema de filtros hay que atribuirle también la capacidad de eliminar los humos al completo –solo expulsa aire seco– y los olores de la fritura.

Según la firma, controles técnicos realizados por empresas externas acreditadas por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) señalan que las freidoras de QualityFry reducen, en un 37%, tanto el consumo de aceite como la grasa contenida en los productos fritos en comparación con una freidora convencional.

Una fritura automatizada y autónoma
La freidora es sencilla de utilizar porque basta con apretar un botón y recoger el producto listo para servir. “Su automatización estandariza procesos y tiempos de fritura, y trabaja autónomamente”, destaca el primer ejecutivo de la compañía.

Igual de fácil es su instalación. Dadas sus reducidas dimensiones y atractivo diseño, puede colocarse tanto en la contrabarra como en la cocina de un establecimiento, o incluso en negocios móviles y puntos de venta al necesitar únicamente una toma de corriente eléctrica donde enchufarse.

Ni siquiera requiere que los locales vayan equipados con un sistema de extracción de humos al llevarlo incorporado. “Este es un factor que repercute en un beneficio para el usuario, ya que trabaja en un ambiente saludable, sin humos ni olores”, recalca Carlos Garrido.

Que la cámara sea un cuerpo cerrado hace que el proceso de fritura no ensucie el mueble ni los demás componentes de la máquina. Además, las piezas desmontables pueden lavarse fácilmente, algunas incluso en el lavavajillas.

Desde locales monoproducto hasta la creación de una carta completa
QualityFry vende sus freidoras a distribuidores de maquinaria para hostelería y, en ciertos casos, directamente al cliente final. Entre los destinatarios de la máquina figuran todo tipo de establecimientos. Cadenas de restauración como Taberna Volapié y Cervecería La Sureña, los hoteles Ibis, el parque temático Port Aventura y el estadio Santiago Bernabéu son algunos de ellos.

Un canal en el que la marca ha entrado últimamente es en la distribución de alimentación. Se ha estrenado a través de Mercadona, donde la freidora provee de croquetas, patatas y alitas de pollo al servicio de comida recién hecha y para llevar que la cadena de supermercados está desplegando en sus tiendas. La restauración para colectividades es otro campo más en el cual la compañía quiere penetrar.

Las freidoras automáticas de QualityFry son capaces de dinamizar el negocio de una empresa de restauración al permitir ampliar su carta con productos fritos variados, como hizo la cadena MásQMenos, que antes de la adquisición de la máquina de fritura solo ofrecía una carta de platos fríos. Se puede incluso montar un modelo de negocio ligado a un solo producto, como es el caso de la croquetería The Original Globet Croquettes (Madrid), o construir una carta de entrantes, primeros, segundos y postres como ha hecho el chef Jesús Almagro en el Mesteño Bar (Madrid).

La futura freidora financiada con 1,3 millones de euros procedentes de fondos europeos
Tras ser distinguida en el 2015 con el Sello de Excelencia otorgado por la Comisión Europea dentro Programa Marco de Investigación e Innovación Horizonte 2020, QualityFry ha sido beneficiaria de una subvención de 1,3 millones de euros del Programa Instrumento Pyme, siendo una de las 69 empresas seleccionadas de entre 2.123 candidaturas.

Gracias a esa ayuda económica, el fabricante está desarrollando una máquina que empezará a comercializarse a principios del año que viene, y que se sumará a los tres modelos existentes –Fast Chef Elite, Fast Chef Elite + Carrousel y Fast Chef Elite + Gourmet–.

El último galardón obtenido por la firma es el Quality Innovation Award 2018 en la categoría pyme, que le ha concedido la Asociación Nacional de Centros Promotores de la Excelencia (CEX) “en reconocimiento a la tecnología ecofry como una innovación tecnológica pionera aplicada a un proceso culinario tradicional”.